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“No es necesario sacrificar el sabor para comer mejor”

  • Foto del escritor: Viento en Popa
    Viento en Popa
  • 8 jul 2024
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 7 nov 2024

Con muchos desafíos para lograr el sabor perfecto, las galletas que fueron creadas

para ayudar en las alergias alimentarias de una familiar, hoy están produciendo dos

toneladas al mes y se posicionan como una alternativa única que ya está presente

en el retail supermercadista de la mano del programa 100% Nuestro de Unimarc.




“Nunca se dieron cuenta que era garbanzo y arroz”. Alejandra Sirhan relata así el momento en que vio que las galletas que hacía para su sobrina con alergias alimentarias tenían potencial. La diseñadora de 32 años es fanática de la cocina y, cuando supo que la hija de su hermana lo pasaba mal en los cumpleaños de niños porque no podía comer nada de lo que había en la mesa, decidió prepararle unas galletas especiales conservando la forma de las que se comen habitualmente.


Según un estudio realizado por el Observatorio Nutricional Nestlé y la Universidad Finis

Terrae, más del 30% de los niños tiene alguna alergia o intolerancia alimentaria. A nivel

mundial, estudios señalan que entre un 6% y 8% de personas tiene algún tipo de alergia.


Hoy se sabe que cualquier alimento puede causar una reacción, pero son ocho los que

concentran el 90% de ellas: soya, huevo, trigo, maní, leche, nueces, pescado y mariscos.

Alejandra explica que debido al caso de su sobrina comenzó a informarse más sobre este

tema. Lo que nunca imaginó es que había tanta gente con alergias hasta que, luego de

decidirse, comenzó a vender por Instagram su producto. “Me fui dando cuenta que era

mucha gente y no solo un nicho para niños. Ha sido súper gratificante ser una solución

para personas que no pueden comer de todo”, señala.


De la cocina a dos toneladas al mes

Al ver que había un claro potencial comercial, Alejandra aprovechó un momento en que

estaba sin trabajo para dedicar su tiempo y esfuerzo a Eat Clever. Comenzó en su cocina

moliendo los garbanzos a mano y, con mucho ensayo y error, llegó a sus “Clever Cookies”

de chip de chocolate, su producto estrella. “Le di con el palo al gato”, indica.


Con su producto estrella, las ventas por Instagram comenzaron a crecer y decidió así

formalizar su empresa y buscar un maquilador. Partieron con una galletería pequeña que

tenía su propia distribución. Eat Clever le entregaba los ingredientes y los envases y ellos

el producto terminado. Al año, les empezó a ir muy bien y tuvieron que cambiarse de

maquilador a uno con más capacidad, ya que hoy producen dos toneladas al mes.


Luego de tocar muchas puertas sin éxito, lograron encontrar con un distribuidor que

logró ver el potencial de estas galletas. Hoy viven una situación distinta, ya que Eat Clever

es parte del programa 100% de Unimarc, que les permite estar presentes en todas las

regiones del país y encontrar sus productos en 279 supermercados.


“Al estar en el programa la gente nos empezó a conocer y se dan cuenta que es un

producto confiable, porque estar en el retail igual te da eso. Es una vitrina super

importante para que te conozcan porque es difícil, sobre todo nuestro producto ya que

piensan que es una galleta sin gluten, fome, pero la prueban y tenemos muy buena

recompra, entonces nos ha dado la posibilidad de que la gente lo pruebe”, destaca.


Marcela Salas, gerenta de Sostenibilidad de SMU, explica que “el programa 100% Nuestro

nos permite como compañía promover y visibilizar productos nacionales e innovadores

como Eat Clever. En este caso, destacamos especialmente que sea un emprendimiento

impulsado por una mujer y que entrega una solución concreta a muchas personas que

tienen restricción alimentaria. Desde el 2012 hemos trabajado con más de 400 pymes,

impulsándolas y ayudándolas a estar en las góndolas de nuestros supermercados”.


Rompiendo paradigmas


Alejandra dice que no basta con hacer galletas que se vean en apariencia como las

normales, sino que tienen que ser ricas, “porque si no lo son, por muy saludables que

sean la gente no se las va a comer. Hemos tratado de romper un poquito ese paradigma

de que la comida saludable es harinosa, fome y aburrida”.


Esa es la magia de Eat Clever, que hoy cuentan con 12 productos, 6 de ellos se pueden

encontrar los Unimarc del país. “Yo entendía la química de los productos, tenía una

noción y sabía que necesitaba la textura adecuada, el dulzor adecuado y varias

características que se complementaran para llegar a lo que somos hoy”, detalla la

diseñadora.


“Siempre trato de destacar que los productos son muy ricos y eso es lo que nos diferencia

de otros del área saludable y te trae el recuerdo de un producto tradicional, de

cualquiera de la góndola. Una vez que la gente nos prueba, se da cuenta que no es

necesario sacrificar el sabor para comer mejor”, concluye Alejandra.


Su sobrina ya tiene nueve años y a excepción del gluten, puede comer casi todo sin

inconvenientes. Sin embargo, es fanática de Eat Clever y las sigue prefiriendo.



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